En el mes de mayo realizamos con los adolescentes un taller llamado “Visualizando nuestro futuro”. El objetivo fue ayudarlos a comprender la importancia de trazarse metas importantes en la vida, y después crear una línea de tiempo donde puedan plasmar esas actividades específicas que deben realizar en el día a día que los conducirá finalmente al objetivo propuesto. Además, los cuestionamos acerca de esas cosas que, en vez de conducirlos a un buen fin, los desvía y los hace perder de vista aquello que están intentando alcanzar.

Buscando siempre mejorar la oferta de actividades para los niños generamos una alianza con una de las principales bibliotecas públicas de la ciudad. Los niños allí aprenden de manera lúdica y divertida muchos conceptos científicos que enriquecen su aprendizaje. Además, pueden hacer uso de los equipos de cómputo, escenarios con imágenes realistas del universo, juegos que agudizan sus sentidos, y otros elementos que estimulan su creatividad e inteligencia. Con este tipo de estrategias logramos que, para los niños y sus familias, nuestra fundación sea más llamativa que “las actividades callejeras” a las que podrían estar expuestos, como: la mendicidad, la delincuencia, la explotación sexual y el consumo de drogas.

Buscando siempre alternativas que le generen bienestar a nuetros niños, en el mes de octubre realizamos un taller de manualidades que tuvo una finalidad terapéutica, su nombre: “gatito abrazador”. Los niños construyeron con sus propias manos unos muñecos de trapo a su gusto, usando un diseño personal y con sus colores preferidos; luego escribieron una historia entre ellos y sus amigos de trapo en la que reflejaron sus temores y preocupaciones. El gatito simboliza aquellas personas como amigos, profesores y familiares en quienes pueden confiar y buscar consuelo cada vez que lo necesiten.